Al llegar hoy al colegio, nos cayó encima una mala
noticia:
habíamos perdido el apoyo de los mayores para el proyecto que
queríamos llevar a adelante. Había llegado el momento de
admitir que sin su ayuda no llegaríamos muy lejos. Nos
encontrábamos, pues, ante una importante disyuntiva. Estábamos ya en el
mes de mayo y teníamos que suspender los ensayos o hallar rápidamente
una solución.
Amaya y Reyes reaccionaron pronto y convocaron una reunión a la hora del desayuno. Cayetano intervino con voz desmayada subrayando que debíamos darnos por vencidos. Pero Amaya reaccionó como un rayo: afirmó que seguía creyendo en nuestra idea y se comprometió a lograr el apoyo de todos antes de que concluyera la semana. Con sus palabras Amaya había conseguido ahuyentar el desánimo.
Amaya y Reyes reaccionaron pronto y convocaron una reunión a la hora del desayuno. Cayetano intervino con voz desmayada subrayando que debíamos darnos por vencidos. Pero Amaya reaccionó como un rayo: afirmó que seguía creyendo en nuestra idea y se comprometió a lograr el apoyo de todos antes de que concluyera la semana. Con sus palabras Amaya había conseguido ahuyentar el desánimo.
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